Dentro del ciclo de entrevistas con los Precandidatos, que tiene que ver con sus posturas y propuestas sobre diversos aspectos del negocio del combustible, de caras a las elecciones internas, presentamos en esta edición la visión de Pablo Mieres, postulante por el Partido Independiente.

Para el presente ciclo realizamos a todos los candidatos las mismas cuatro preguntas.

¿Importar o refinar? 

No debe plantearse como una disyuntiva excluyente.

Uruguay ya tiene costos hundidos en su planta de refinado. Mientras la planta funcione no tiene sentido dejar de usarla, aunque su uso debe estar sujeto a una evaluación de costos comparados entre la refinación y la importación.

Obviamente, no hay que hacer nuevas inversiones en refinado. Se trata de una industria madura en proceso de ajuste dado los cambios en la matriz energética y cambio tecnológico acelerado en las fuentes energéticas del transporte.

La importación cumple un rol esencial en el disciplinamiento de precios y en la eficiencia de la empresa pública al enfrentarla a una oferta externa a precios competitivos.

Por lo tanto, si es más conveniente importar, hay que hacerlo sin ningún tipo de condicionamiento ideológico. Además, la importación puede cubrir déficits coyunturales en algún tipo de combustible.

ANCAP en el pasado tuvo un muy mal programa de inversiones que se expresa en los pésimos resultados económicos alcanzados. Esto no sólo se vincula con la inversión en el refinado (Planta Desulfurizadora) sino también en otras inversiones en distintos mercados (cemento, biocombustibles, etc).

Justamente, de estos últimos mercados la empresa debe irse, particularmente debe abandonar la producción de cemento, donde pierde desde hace más de quince años entre diez y quince millones de dólares anuales.

¿Cree posible bajar los precios de los combustibles? ¿Estaría esta entre sus primeras medidas?

La mejora en los precios de los combustibles tiene un impacto inmediato en la mejora de competitividad de todo el aparato productivo nacional que actualmente se encuentra en una profunda crisis, por lo tanto, se trata de un objetivo primordial de una futura gestión de gobierno.

La reducción inmediata del precio de los combustibles debe compatibilizarse con el objetivo de reordenar las finanzas públicas, por lo que una reducción inicial debe estar definida en su magnitud en una proporción estimada con respecto a la capacidad de sustitución de la recaudación por el aumento de consumo.

En este sentido, la prioridad es la reducción del precio del gasoil porque tiene un impacto directo sobre la producción.

A su vez, todas las mejoras en los resultados de la empresa originados en el aumento de la eficiencia deben volcarse a reducir el precio de los combustibles.

Una vez realizado el reordenamiento de las finanzas públicas, se debe incrementar la reducción de la presión fiscal sobre todas las fuentes de energía, favoreciendo aquellas que son amigables con el medio ambiente (energías renovables y con bajo impacto en los gases de efecto invernadero).

¿Se inclinaría por qué tipo de perfil para presidir ANCAP?

Todos los Directores de las Empresas Públicas deben tener un perfil técnico y, además, deben estar alejados de motivaciones electorales personales.

En particular, en el caso de ANCAP, el Directorio tiene que conducir el cambio estratégico al que se enfrenta la empresa. La producción de energía es un tema fundamental en donde está ocurriendo un cambio tecnológico acelerado que desafía a tener una visión estratégica de largo plazo para el sector.

Por tanto, es imprescindible contar con un equipo de conducción con un profundo conocimiento técnico empresarial.

Esto está en línea con nuestra iniciativa de prohibir que los Directores de las Empresas Públicas puedan ser candidatos a cargos electivos mediante su renuncia un año antes de las elecciones. En tal sentido, proponemos extender la prohibición a cinco años, de manera de despejar los riesgos de un uso “electoralista” del cargo de conducción de una empresa pública, como ha ocurrido en varias oportunidades, incluida ANCAP como se sabe.

¿Qué relación establecería con PDVSA?

Igual que con cualquier otra empresa del sector, utilizando criterios estrictamente empresariales y de ventajas competitivas.

Hay que manejar criterios técnicos objetivos y de evaluación de oportunidades y beneficios para la empresa, considerando los riesgos idiosincráticos que cada una pueda tener.

Por supuesto que estos criterios generales deben conjugarse con un análisis urgente que nos permita tener una visión completa de los involucramientos empresariales ocurridos en los últimos años y transparentando las diferentes implicancias generadas entre las dos empresas y sus eventuales consecuencias.