Electromovilidad
Se espera llegar a los 300 puntos de carga para 2023. Cuestionamiento de los estacioneros.
Teniendo en cuenta el escenario aspiracional, en el que se basó el viceministro de Industria Walter Verri, en cuanto a los planes para la movilidad eléctrica, se prevé que en 2035, ningún vehículo de pasajeros nuevo emita CO2, mientras que en 2040 se agregarán los vehículos de carga livianos, en tanto que en 2050 cualquier vehículo nuevo, deberá ser cero emisiones.
Verri destacó algunos hitos ya desarrollados en su cartera, al tiempo que profundizó sobre algunos planes de especial importancia para el país que incluyen la apuesta al hidrógeno verde, cambios regulatorios que mejoren la competitividad, promoción de la eficiencia energética y la elaboración de una ambiciosa agenda energética hacia 2050.
RED DE CARGADORES
Haciendo uso de la palabra durante el evento “Evaluación de la primera transición energética de Uruguay y agenda para la segunda”, el jerarca de gobierno narró que en junio pasado se llegó a contar con una red de 162 cargadores y se aspira a alcanzar los 300 en diciembre de 2023, de los cuales 50 de ellos serán de carga rápida. “Estos números se superarán, ya que se espera abrir este negocio a los privados” confió.
En su exposición, Verri detalló las líneas de acción que el MIEM y el Gobierno están desarrollando para avanzar en la segunda transición energética. Recordó el éxito de la primera, ejecutada gracias al cumplimiento de un acuerdo alcanzado entre todos los partidos políticos.
Entre otros puntos, el subsecretario dijo que, desde 2015, Uruguay ha dejado de ser un importador de energía para pasar a ser exportador a Brasil y Argentina. Esto se suma a la “altísima confiabilidad en el sistema eléctrico” que se registra en nuestro país, que “sentó las bases para la segunda transición energética, que ya ha comenzado”, sostuvo Verri.
El jerarca precisó que, para complementar la primera transición energética, se está certificando el origen de las energías renovables a través del Sistema de Certificados de Energías Renovables, generados por el MIEM con el apoyo de UTE. “Se trata de un atractivo para las inversiones para mercados exigentes que valoran la sostenibilidad”, evaluó.
REDUCCIÓN DE CONSUMO: EQUIVALENTE A 40.000 HOGARES
En otra parte remarcó la relevancia de la eficiencia energética. Para promoverla, el MIEM desarrolla diversos programas. ”Solo en uno de ellos, los proyectos apalancados durante un año implicaron la reducción de emisiones del consumo equivalente a 40.000 hogares”, ejemplificó.
Verri también anunció que se está elaborando la “Agenda energética hacia 2050”, que se alineará con los compromisos ambientales asumidos, y contiene aspectos de movilidad; sustitución de fuentes energéticas; metas de corto, mediano y largo plazo; y aspectos de digitalización del sistema energético, con el objetivo de responder a las necesidades del consumidor.
Informó que en breve, ésta se pondrá en consulta de los partidos políticos, como hoy está ocurriendo con la hoja de ruta del hidrógeno verde.
El subsecretario añadió que se continuará trabajando para que las tarifas energéticas “reflejen los costos y ganancias de eficiencia”, teniendo “paramétricas explícitas y públicas” y previniendo el uso de las políticas tarifarias “como instrumento fiscal”.
¿RIESGO ENORME PARA ESTACIONEROS?
Con respecto al punto de la movilidad eléctrica y a los planes a futuro del MIEM, el gerente de UNVENU Federico de Castro se mostró muy crítico en la red Twitter al señalar que la electromovilidad para el estacionero resulta “un riesgo enorme” y se preguntó si es igual “para las arcas del gobierno”.
“¿Lo que se recauda por concepto de IMESI en las naftas se cargará a la electricidad?”, cuestionó. Mientras que, con respecto a las tarifas, a las que hacía referencia Walter Verri, en su parte final, de Castro consultó “¿Se cargará indiscriminado a la tarifa de UTE o directamente se gravará la electromovilidad?”.