Continuando con el análisis del futuro del combustible en Uruguay, dependiendo de quién se coloque la banda presidencial a partir del 1ro. de marzo de 2020, el programa del Candidato del Partido Colorado Ernesto Talvi, presenta con algunas diferencias de enfoque al anunciado por Daniel Martínez.

El candidato plantea seguir refinando en Uruguay a través de ANCAP, aunque sujeto a “una estructura de refinación, almacenaje y despacho eficiente”  lo que aventaría –según el documento- “un sobreprecio asociado a ineficiencias en el almacenamiento y despacho de ANCAP, como ser el hecho de tener cinco plantas de distribución en un país que tiene una distancia máxima de 600 kilómetros. El sobreprecio adicional progresivamente dejará de ser reconocido por parte de la URSEA, hasta alcanzar los costos internacionales de almacenamiento y despacho”.

Plantea “un proceso gradual, en el que progresivamente se vaya acercando el precio que el ente puede cobrar al precio teórico de importación”, lo que “permitirá alcanzar precios competitivos de combustibles sin comprometer la salud de la empresa y toda la infraestructura que tiene montada en el país”.

COMPETENCIA CON LIBERALIZACIÓN DEL PRECIO

El programa incluye por primera vez en Uruguay desde la creación de ANCAP en 1931, el concepto de “competencia”.

“Luego de entregado el combustible en las plantas, las empresas de distribución (hoy DUCSA, Petrobras y Axion) funcionarán en competencia, adquiriendo el mismo producto a un mismo precio y transportándolo hacia los puntos de venta (Estaciones de Servicio) al menor costo posible de manera de maximizar sus utilidades. Por su parte, el precio de venta al público será libre en todo el país, aunque la URSEA tendrá poder de intervención en caso de posición dominante en una localidad”, sostiene la paltaforma.

Tal modalidad entonces permitiría encontrar diferentes precios de venta del combustible si se tiene en cuenta que el programa establece que “los distribuidores podrán establecer sus propias formulaciones de combustible —siempre dentro de los estándares de la URSEA— y cobrar por ellas un precio diferencial en los puntos de venta”.

TASAS Y FIDEICOMISOS POR FUERA DEL COSTO

Las críticas de varios protagonistas del sector en cuanto al alto costo de los combustibles en Uruguay, se enfocan en el alto IMSEI  y  los ítems asociados al mismo y que –si bien pueden resultar necesarios- no deberían ser tomados  en cuenta en la paramétrica del costo del combustible.

El programa del Candidato Ernesto Talvi plantea que durante la implementación de este proceso  “será necesario reconocer las tasas incluidas dentro del precio de los combustibles y separarlas de la paramétrica, así como los subsidios de otros combustibles. El Fideicomiso del Gasoil, que se usa para financiar el transporte urbano de pasajeros, y la Tasa de Inflamables de la Intendencia de Montevideo, deben ser canalizados por fuera del precio de los combustibles para no distorsionar el mercado”.

SIN ITEMS AJENOS, COSTO GAS OIL BAJARÍA 4 PESOS

A la paramétrica del  precio de la Nafta Súper  95 para tomar un ejemplo, se le incorporan ítems como tasa URSEA $ 0,06, tasa inflamables $ 0.55, e IMESI $ 23.54.

En el caso de la Nafta Súper 95, de descolgarse ambas tasas se traduciría en una baja de unos 60 centésimos por litro de combustible.

Suponiendo similar baja del IMESI de la paramétrica del costo, al de las tasas (1 por ciento), y sumando ambos porcentajes, el litro de Nafta Súper  95 llegaría al surtidor a $ 52: mismo precio que el de Paridad de Importación.

Para el caso del GAS OIL, siguiendo este mismo razonamiento, su paramétrica de costos incluye: tasa URSEA $ 0.07, tasa inflamables $ 0.40 y un tercer ítem (el de mayor peso): Fideicomiso del boleto que llega a los $ 3.48 y que representa un 9 por ciento del componente del precio de este combustible.

En caso de “desagregarse” estos ítems( tasas y fideicomiso)  –tal como lo plantea Talvi-  un litro de Gas Oil llegaría al surtidor a $ 36.40 (cuatro pesos menos).