El nuevo régimen de fijación de tarifas del combustible en Uruguay, ha despertado comentarios desde varias ópticas, algunos positivos y otros negativos. Surtidores recogió la opinión del Ministro (interino) de Industria y Energía, Walter Verri, quien accedió a explicar algunos detalles del mismo, y que naturalmente aclaran muchos puntos.

¿En qué se basa el MIEM para evaluar como positivo el nuevo régimen de fijación de tarifas?

Creemos que este régimen es muy positivo en la medida de que por primera vez el combustible se comercializa al precio paridad de importación, evitando que se fijen márgenes por encima de ese precio de referencia, con un sistema transparente y cristalino, que busca equiparar el precio de los combustibles, al del traer el  petróleo y refinarlo.

Esta situación de fijación de precios sin tener en cuenta la paridad de importación llevó a que el gobierno del Frente Amplio recaudara 900 millones de dólares más en un periodo de 8 años, lo cual es muy negativo para la población que no tenía ni idea de cuál era el valor de referencia. Se estaba utilizando una empresa pública para recaudar más de lo que correspondía y por otro lado tirar la plata  a mano llena como ocurrió con ANCAP que -a pesar de esos 900 millones de más que se recaudaron- hubo que recapitalizarla por 600 millones más.

Tan bueno creemos es el sistema que, tuvo la unanimidad de los partidos representados en las dos cámaras.

Se han escuchado críticas de algunos sectores en cuanto a que este sistema no dará resultados ¿Usted cree que a la larga beneficiará  a los consumidores?

Este es un gobierno que escucha a la gente y si el sistema no da resultado habrá que pensar entre todos, cuáles son las modificaciones a introducir, pero creemos  que es un sistema que beneficia al consumidor.

Hasta el momento el nuevo régimen mostró dos aumentos -uno de ellos de especial significancia al agregárse los sobrecostos de ANCAP- y una sola corrección a la baja, que fue catalogada por la oposición de una «tomadura de pelo» ¿Qué puede decir al respecto?

Esto justamente muestra que el sistema funciona. Consideramos ponerlo en funcionamiento porque creemos que este es el camino. El precio del barril de petróleo ha subido en forma constante y eso se ha visto reflejado en las tarifas de los combustibles de todo el mundo.

Además hay que destacar que el gobierno decidió poner en práctica este sistema, a pesar de estar conscientes de que el petróleo venía al alza.

¿En qué tiempo cree que ANCAP podrá recuperarse de los sobrecostos?

Hay costos que impactan en la caja de ANCAP, que le son ajenos a través de políticas que se le imponen desde el sistema político y esto no es algo nuevo. Por ejemplo el subsidio al supergás, que aunque no está en el radar del gobierno tocarlo, no escapa a la realidad que ese dinero lo pone ANCAP.

Hay otros sobrecostos de menor envergadura que sí son responsabilidad del ente, cuyo directorio ya hay comenzado a tomar medidas para irlo bajando en etapas.

Personalmente creo que en 3 años los sobrecostos estarán reducidos a una mínima expresión.

¿Usted cree que hay otros factores como el IMESI a las gasolinas o el fideicomiso al boleto que pesa sobre el gas oil que podrían ser revisados?

Estos ítems están siendo revisados por el gobierno, en busca de mecanismos para reducirlos o bajarlos del precio del combustible.

Hay que confiar en la buena disposición y la buena fe de este gobierno para realizar los cambios. Nuestro compromiso fue el de tener combustibles competitivos con la región, un objetivo que está cada día más vigente y hacia el que se destinan los cambios que ese están instrumentando.

Lo que  queda claro es que este régimen termina con la nefasta costumbre de los gobiernos del Frente Amplio, de tomar ANCAP como instrumento de recaudación, algo que quedó claro con una sobre recaudación de 900 millones de dólares en 8 años.