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Christian Mazzilli, Jefe de Producto: “Sostenemos la misma marca desde hace años, con stock y continuidad para nuestros clientes”.
Desde 2007, DUCSA representa y comercializa en Uruguay la línea de lubricantes Chevron–Texaco. Esa continuidad, sumada al alcance nacional de la red de estaciones ANCAP, configuró un ecosistema donde dicho producto premium dejó de ser un accesorio para convertirse en estratégico. Christian Mazzilli, jefe de Producto de Lubricantes Chevron–Texaco señaló a Surtidores Uruguay que gracias a los puntos de carga, cada localidad cuenta un punto de venta capaz de acercar soluciones a flotas, productores y automovilistas.
La reconocida marca pertenece a una de las grandes petroleras del mundo y sus sellos son reconocidos por calidad, innovación y confiabilidad. En Uruguay, esa promesa se ancla en un esquema de distribución que combina estaciones ANCAP, con la logística a cargo de la propia DUCSA. “No somos un negocio golondrina: sostenemos la misma marca desde hace años, con stock y continuidad para nuestros clientes”, remarcó Mazzilli, aludiendo a un mercado competitivo donde la consistencia pesa tanto como el precio.
La propuesta técnica se valida en acuerdos con fabricantes que funcionan como credenciales de desempeño en los mostradores de las estaciones. En el transporte, Volvo recomienda el uso de estos lubricantes; en el segmento automotriz, la marca trabaja con Audi y con modelos de Jeep, Ram y Dodge a través del Grupo Sevel; en el agro, New Holland, por medio de Grupo Erro, utiliza estos productos en equipos y posventa. Para Mazzilli, estas alianzas consolidan a Chevron–Texaco como “socio estratégico en el mantenimiento”, porque conectan rendimiento, confianza y soporte con la operación diaria de los clientes que abastecen en las estaciones.
El porfolio cubre necesidades de motor y tren motriz con líneas históricas y de última generación. Ursa Premium TDX se presenta como un aceite mineral con rendimiento propio de un sintético, mientras que Delo 400, apunta a servicios más exigentes y cambios extendidos. La oferta se completa con soluciones para cajas, diferenciales, hidráulicos y refrigerantes.
Los lubricantes llegan a Uruguay desde plantas de Estados Unidos, Brasil, Centroamérica y Europa, que trabajan con procesos y materias primas homologadas. Gracias a ello, se puede garantizar que el producto mantenga la misma calidad en todo el mundo y, además, actualizar la oferta local de manera ágil, asegurando disponibilidad.
Asimismo, DUCSA apoya a las estaciones con un departamento técnico que asesora sobre la selección del producto adecuado según equipo, condición de uso y objetivos de mantenimiento. Este trabajo se complementa con el laboratorio de ANCAP, que analiza muestras de aceite usado para detectar desgaste, optimizar intervalos y prevenir fallas. “El análisis local nos da tiempos de respuesta rápidos y nos permite acompañar a las empresas en la toma de decisiones”, explicó Mazzilli.
En el frente comercial, la compañía sostiene una presencia activa en ferias sectoriales, y coordina acciones promocionales con sus distribuidores. Según Mazzilli, la línea Chevron–Texaco “viene creciendo de forma estable y constante”, en un contexto de múltiples marcas donde pesan la proximidad al cliente y el respaldo técnico. La combinación de visibilidad en eventos y asesoramiento en el punto de venta busca que los operadores de estación capitalicen la demanda de flotas, productores y conductores que ya encuentran combustible, servicios y lubricantes en un mismo lugar.
La oportunidad, sintetiza Mazzilli, es convertir a cada estación en un punto de solución integral, donde el cliente carga combustible, resuelve su mantenimiento y vuelve a la ruta con el apoyo de una marca global y un servicio técnico presente en Uruguay.
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