Promesa de campaña
Podría ser vendido al precio que cada estacionero entienda y de acuerdo a los criterios comerciales que deriven de cada caso.
Dentro de los doce puntos de “urgente consideración” que pretende presentar el Candidato por el Partido Nacional Luis Lacalle Pou, ante la hipótesis de resultar electo Presidente, se encuentra el de la liberalización de los combustibles, algo que no resulta nuevo en la medida de que este anuncio ya ha sido parte de varios de sus discursos en la campaña hacia las internas, que ahora hace propio de todo el Partido Nacional como triunfador en esos comicios de fin de junio.
El programa habla de “desregulación de la importación, distribución y comercialización de combustible” para “liberarla gradualmente a la competencia”.
En otra parte el documento aclara que “es la primera puerta para lo que va a ser la rebaja de tarifas. Van a ser bases muy concretas para viabilizar todo eso”.
¿QUÉ IMPLICARÁ PARA URUGUAY LA MEDIDA?
En Uruguay desde la creación de ANCAP en 1931 por Ley 8.764, ya se dejaba claro “el cometido de explotar y administrar el monopolio del alcohol y carburante nacional y de importar, rectificar y vender petróleo y sus derivados y de fabricar portland”, situación que se ha mantenido hasta nuestros días con un combustible refinado y regulado por el propio estado como lo establece la ley que antecede, con importación de crudo.
La propuesta de Lacalle Pou cambia sustancialmente el negocio del combustible, que al ser desregulado ya no se refinaría en Uruguay sino que llegaría en buques tanques refinado desde el exterior, con la particularidad de que las propias variaciones internacionales de los mercados, harían fluctuar su precio, en forma conveniente para los consumidores finales (si los mercados tuvieran buenos precios del mismo) o inconvenientes para el caso de que el PPI (precio paridad de importación) volcara la balanza hacia el mismo producto pero refinado en Uruguay, como hasta ahora.
DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
La cadena de distribución, para que el lector de Surtidores se haga una composición del negocio, es manejada hoy por las Distribuidoras de los tres sellos que operan en Uruguay, DUCSA (ANCAP), AXION y PETROBRAS, con la particularidad de que al ser con precio regulado por el Poder Ejecutivo, todas obtienen el mismo porcentaje de ganancia por litro, a diferencia de lo que por ejemplo sucede en Brasil donde de una cuadra a otra y dependiendo el sello el precio del combustible varía (mercado desregulado).
El último actor de la cadena del combustible es quien lo comercializa; las Estaciones de Servicio y aunque la medida no deja claro que quiere decir con la “desregulación de la comercialización”, una de las interpretaciones es que el combustible podría ser vendido al precio que cada estacionero entienda y de acuerdo a los criterios comerciales que sean de cada caso.
Por ejemplo un gran estacionero podría cerrar un acuerdo de venta de gas oil con una empresa de transporte con precios muy convenientes y monopolizar esa venta. La desregulación del mercado le permitiría hacerlo. Hoy debe comercializar el combustible al mismo precio que sus colegas, lo que en cierta forma mantiene al sector equilibrado.
REBAJA DEL COMBUSTIBLE
Esta medida incluida dentro de las de “urgente consideración” de un hipotético gobierno del Partido Nacional en realidad resulta contrapuesta a la desregulación del combustible.
La rebaja del precio de los combustibles en Uruguay por decreto, solo se podría pensar si éste fuera regulado por el gobierno, pero las experiencias internacionales en los países en que el combustible es importado y sujeto a las fluctuaciones de la competencia (oferta y demanda), el costo de cada producto es fijado por el propio mercado, y por la competencia, lo que naturalmente echaría por tierra las buenas intenciones de Lacalle Pou en cuanto a la necesaria y esperada rebaja.
Nada impediría que el combustible importado se comercializara más caro, algo que ha sucedido en otros países, comparado con el precio en el que se sitúa hoy refinando en Uruguay.
En GAS OIL sí hay competencia
A primera hora de la mañana recibimos en la redacción de Surtidores algunas aclaraciones en cuanto a una consideración que manejamos en la columna de hoy que tiene que ver con la venta de Gas Oil.
Si bien no son equivocadas, no reflejan la realidad del mercado del GAS OIL en Uruguay, combustible sobre el que sí hay competencia, aunque el precio es único ( $ 40.40).
Una de las fuentes del sector, de la que recibimos una aclaración, dijo a Surtidores que de hecho hoy muchas estaciones que mejoran el precio del Gas Oil a su costo, por ejemplo a flotas, empresas, etc. con precios que justamente pueden bajar el precio ente 2 y 3 pesos por litro.
La misma fuente reveló que el 50% del combustible que se venden en Uruguay es GAS OIL, mientras que de ese volumen, un alto porcentaje que ronda aproximadamente el 60%, se comercializa con rebajas para los grandes consumidores por ejemplo en el agro o las compañías de transporte.
Tres candidatos con tres propuestas en caso de triunfar en las elecciones presidenciales.
Incluyen desregulación de la importación, distribución y comercialización del combustible. Si resulta electo Presidente, también plantea liberar paulatinamente la libre competencia y cada distribuidora podría marcar el precio que desee.
El dirigente nacionalista implementará la liberalización y fortalecerá regulación de precios.