La sociedad uruguaya mira atenta a lo que sucederá hoy en la Fiscalía de la ciudad de Canelones con el estacionero, propietario de la estación ANCAP situada en el kilómetro 43,800 de la ruta 32, en Canelón Chico que el jueves pasado sobre las 20.30 ultimara de un balazo en el pecho a un ladrón que minutos antes había entrado a su local en forma violenta y luego de gatillar el arma en la cabeza del empresario, robara la caja registradora y otros artículos de la Estación.

El –ahora muerto ladrón- había llegado unos minutos antes al lugar en una moto, acompañado de un compinche que logró escapar del lugar, quien en su huida abordó un ómnibus que pasaba en ese momento.

Según varios testigos, el estacionero tomó una escopeta de su propiedad que había comprado un tiempo antes y se defendió ante el ataque y la violencia de los dos malvivientes, que en todo momento amenazaron con matarlo a él y a los demás empleados, inclusive –según difundió el portal de SUBRAYADO- gatillándole un revolver en su cabeza, que salvó su vida de milagro al no salir la bala.

ALARMANTE AUMENTO DE RAPIÑAS A ESTACIONES

La desgraciada situación vivida por el estacionero, es el resultado de la inseguridad que se vive en Uruguay, donde las rapiñas, los asaltos y asesinatos contra  las personas de bien y los trabajadores han aumentado en forma asombrosa, a lo que se le suma ahora el nuevo Código Penal con procesos abreviados en la fiscalía (sin intervención de un Juez) e increíbles penas a delincuentes, quienes son conminados a cumplir las mismas “en su domicilio”.

En este contexto, las estaciones siguen ocupando los tristes primeros lugares entre los comercios más rapiñados del país, sin que las hartamente medidas de seguridad reclamadas por la UNVENU, aparezcan.

Es de esperar que la Jueza de Canelones caratule el tema como de “Legítima Defensa”,  decretando la inocencia del estacionero en forma inmediata.