De las dos principales medidas paliativas,  conocidas durante la Asamblea de la Cámara Uruguaya de Turismo en  Punta del Este,  la quita del IRFF a los alquileres de verano y vales de nafta para turistas con estadías mayores a siete días, el Ministerio de Turismo, solamente dio lugar a la primera.

Entre las críticas que recibe Uruguay, está la del costo del combustible, que como ya hemos consignado en Surtidores, se ubica en el primer lugar de América y ocupa el tristemente célebre ranking de estar entre los más caros del mundo, con casi un dólar con 50 el litro de Nafta Súper 95.

COMBUSTIBLE CARO PARA TURISMO

Algunos pronósticos  señalan que la presencia de turistas en la próxima temporada estival podría caer en casi un millón fruto de la crisis en Argentina (de donde proviene  casi el 80 por ciento de los visitantes).

Para paliar su ausencia, la semana pasada el Ministerio presentó en la 16° Feria Internacional de Turismo de Paraguay, en el Centro de Convenciones “Mariscal López”,  la oferta estival para ese país, apuntando a superar los 46.636 turistas que arribaron a Uruguay en 2018.

En el marco de dicho evento, se lanzó la campaña “Estar Bien en Uruguay” como potencial del país, que apunta, de acuerdo con la autoridades uruguayas presentes en Asunción a que el “turista se sienta cómodo y bien recibido”.

A pesar de las promociones, muchos asistentes a la feria en Asunción, consultados por Surtidores,  opinaron que el alto costo del combustible sigue siendo hoy un obstáculo para visitar Uruguay en vehículo. En Paraguay un litro de Nafta Súper 95 cuesta un dólar.

VALES DE NAFTA, MEDIDA RAZONABLE

La única ventaja que el turista posee es la posibilidad de surtir combustible en estaciones dentro del radio de los 20 kms. de las fronteras “secas” (con tarjetas de crédito o débito) a un dólar con diez el litro, aunque en general el destino más elegido (Punta del Este) solo permite esta facilidad una sola  vez (al ingreso).

En este contexto, la idea original de la Cámara Uruguaya de Turismo, de proporcionar vales de nafta sin el impuesto del IMESI (24 por ciento) a los turistas como forma de “paliar” la situación y equiparar el costo del combustible al resto de la región “turística”, parecería sigue siendo más que razonable.