Hasta el 30 de junio
La URSEA solicitó el aplazamiento para poner en práctica la nueva reglamentación.
Dentro de las modificaciones que se introducirán en el mercado de los combustibles en materia regulatoria y de comercialización de los productos refinados por ANCAP, se encuentra el flete a granel entre las Plantas y las Estaciones de Servicio cuyo costo hasta ahora había sido cubierto por la petrolera.
La ley establecía que a partir del 1ro. de enero de 2022, serían las distribuidoras las que deberían hacerse cargo del flete para las estaciones de su sello y de hecho la propia ANCAP -previendo esto- no presupuestó este cargo para el próximo año.
Surtidores pudo saber que el pedido de la URSEA, en cuanto a extender este y otros cambios para el mercado de los combustibles, sobre los que aún trabaja la unidad reguladora, contó con el aval del MIEM.
PRÓRROGA
Walter Verri viceministro de Industria, dijo a Surtidores que ante el pedido de la referida unidad que regula el negocio del combustible, su cartera decidió prorrogar la entada en vigencia de este cambio “por seis meses más, hasta el 30 de junio”.
La nueva metodología implicará que ANCAP facture en la planta primaria, con cambios en los esquemas que relacionan la empresa, las distribuidoras y las Estaciones de Servicio.
Actualmente el costo del flete de combustible está a cargo de ANCAP, situación que cambiará el 30 de junio de 2022 cuando este ítem se tome del denominado “precio intermedio” (que marcará la URSEA) y que surja entre la franja del PEP (Precio en Planta) y del PVP (Precio de Venta al Público). Por ejemplo para el caso de la nafta Súper 95, actualmente se ha fijado un PEP de $ 61.36 y un PVP de $ 70.41.
Tomando este ejemplo, surge entonces que del precio en el surtidor corresponden $ 9.05 por litro para la cadena de distribución (distribuidora, flete y margen estacionero).
AHORROS TRASPASADOS AL PRECIO
Según afirmó Oscar Benavídez, secretario general de la UTCC ((Unión Transportistas de Carga de Combustible) las nuevas reglas de juego implicará que cada distribuidora deba negociar con los transportistas los fletes en base a distancias, recorridos, etc., bajo una nueva modalidad, acorde a lo que sucede en otras partes del mundo, aunque el directivo de la gremial dijo que por el momento las conversaciones se encuentran sujetas a lo que pase en el mes de marzo con la votación de la LUC.
Naturalmente como toda negociación, se podrían originar diferencias en los precios de acuerdo al sello, en la medida de que la URSEA solamente reglamentará el precio máximo en el surtidor, lo que dejará el precio final librado a la gestión de cada compañía, en base a criterios comerciales y ahorros propios, más que decretos regulatorios.
La URSEA marcará una franja “Intermedia” y un precio máximo de “venta al público”, lo que implicaría valores diferenciales por sello.
¿Si los productos de consumo suben cuando la nafta y el gasoil aumentan, bajarán cuando éste lo haga?
De llegarse a las firmas, un plebiscito podría anular 135 artículos de la Ley 18.889 incluyendo los relativos al mercado del combustible, que según encuestas, es uno de los temas que más preocupa a los uruguayos.