¿Qué sucederá en febrero?
¿Habrá que calcular un nuevo PPI, que incluya otros hipotéticos factores nacionales, además de los evaluados por URSEA, que basa en mercados mundiales?
El respiro que ofreció el petróleo el mes pasado, duró poco. Desde el último PPI de URSEA, el barril de crudo (tanto Brent como WTI) comenzó una escalada que lo hizo llegar a niveles récord comparándolo con el promedio 2021.
Para entender lo que sucedió, basta observar el dato de la OPEP, en el que da cuenta que en los últimos doce meses el precio del barril de petróleo de la OPEP ha aumentado un 51,25 por ciento.
Un año atrás (enero 2021) el barril según el sitio https://datosmacro.expansion.com/materias-primas/opec?anio=2021, se ubicó en U$S 54.38, contra los casi U$S 82 a los que llegó ayer el Brent, seguido por el WTI, que se paró en los U$S 79,25 dólares.
DATOS DESALENTADORES
Naturalmente con el actual esquema de fijación de tarifas del combustible en Uruguay en base al PPI de URSEA, los datos internacionales del precio del crudo no son alentadores, en la medida de que este aumento se verá reflejado en el cálculo de enero que la mencionada unidad reguladora deberá entregar el 26 de enero próximo al Poder Ejecutivo.
Este solo dato no indica que los combustibles deban subir de precio, ya que el Poder Ejecutivo ha tomado otras variantes vinculadas al negocio, que aplica el PPI, como por ejemplo las ganancias extraordinarias de ANCAP en la venta de Gas Oil a UTE, que volcó a mantener el combustible en equilibrio.
REFLEJO DEL COSTO DEL GALÓN
URSEA basa su hipótesis en el PPI, calculando el precio del galón de combustible (poco menos de 4 litros) tomando como referencia (entre otros ítems) los costos en el Golfo de México y el barril WTI. Entonces si sube la materia prima (el crudo), aumenta el galón y por ende el cálculo de URSEA lo debería reflejar al alza.
Así como eventualmente podría suceder al revés, en caso de que el crudo bajara de precio, como de hecho ocurrió los primeros meses de 2021, cuando algunos días prácticamente se pagaba a las compañías para llevarse el petróleo ante una casi nula demanda y una gran oferta a causa de los confinamientos consecuencia del COVID 19.
¿OTRO PPI?
La pregunta que surge es si el precio de los combustibles en Uruguay, es reflejo del PPI de la URSEA. La respuesta hoy es no, porque este documento hipotético, toma para su confección datos objetivos, fríos, de los mercados internacionales (crudo, fletes, seguros, etc.) pero no tiene en cuenta factores como, por ejemplo, que una empresa pública como ANCAP genere ganancias extras y las vuelque (como deber ser por su rol social) para beneficio de sus verdaderos dueños: los uruguayos
¿Si ANCAP importara el 100 por ciento del combustible, y resultara que la empresa obtuviera una ganancia extra (como de hecho ocurrió con la venta de Gas Oil a UTE), que pasaría?. También debería volcar un porcentaje a bajarlo o mantenerlo en función de su rol social de empresa pública, entonces, si hace un buen negocio es lógico que vuelque los beneficios entre sus dueños y este beneficio -ingresado a las cuentas del Estado- también debe ser parte del PPI.
Mañana podría ocurrir algo similar cuando el Factor X comience a descender, y por ende el combustible disminuya su precio (hoy carga con poco más de 3 pesos por litro por este concepto) entonces ese impacto a la baja fruto de la buena gestión de ANCAP también debe ser parte del verdadero PPI.
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El Brent volvió a trepar ayer hasta los 75 dólares el barril.
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