Tras la decisión de FANCAP de no realizar tareas en régimen especial en Planta La Teja, el presidente de la petrolera estatal, Alejandro Stipanicic explicó a surtidores cómo seguirá el tema y –en su opinión- qué impacto podría ocasionar a la empresa la postergación de la parada técnica.

“Las obras de mantenimiento ya están atrasadas por las medidas en curso, mientras que las tareas preparatorias no terminarán el 4 de setiembre” advirtió.

SOBRECOSTOS POR DEMORA

Señaló que el directorio está previendo un atraso de 10 días, “pero si cuando empecemos, los trabajadores del sector mantenimiento solo lo haría de lunes a viernes 8 horas, y no firman los permisos de trabajo, deberemos negociar con los contratistas los costos de la demora por cada día de atraso, así como la pérdida de productividad, todo lo que naturalmente será por cuenta de ANCAP”.

“Los contratistas asumieron el compromiso de estar prontos para trabajar a partir del 4 de setiembre en las obras de la refinería La Teja para lo cual dejaron de tomar otras tareas. Si la empresa no está para empezar, deberá mandar a seguro de paro a su personal” informó Stipanicic.

El jerarca estimó que si en vez de ocuparse en dos turnos de 12 horas solo lo hacen 8, “los trabajos se realizarán igual pero multiplicando el período en que estará detenida por tres. Este costo obviamente será volcado a los productos que en su totalidad serán importados por todo el período en que la refinería permanezca sin operar por las obras”.

500 MIL DÓLARES MENSUALES DE MULTA

En materia de sobrecostos, informó que en caso de extenderse las obras por diez meses a raíz de la medida de trabajar solo 8 horas y calculando la importación de 1,2 millones de barriles/mes “el margen de refinación estimado en el período de U$S 500 mil, dejarán de ingresar a la empresa”.

Con respecto a las multas que ANCAP deberá honrar ante los contratistas que ejecutarán las obras, Stipanicic dijo a Surtidores que “por cada mes de atraso hay un sobrecosto de otros U$S 500 mil”.

“QUIEN MANDA ES EL DIRECTORIO”

A su tiempo, el vicepresidente de ANCAP, Diego Durand,  fue enfático al señalar que “quien manda es el directorio y quiere la mayor protección de la empresa, cuyos accionistas somos todos los ciudadanos”.

Agregó que evaluadas las situaciones “la prioridad es el suministro, por ello la administración no quiere exponer a la refinería, salvo causa mayor o acciones sindicales que arriesguen situaciones límites que se analizarán oportunamente”.

TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN ESPERAN

El funcionario señaló: “no queremos exponer al sector de la construcción a la dilatación de las obras. Este sector, al igual que el de la metalúrgica,  nuclea trabajadores que están expectantes de estas obras de mantenimiento y cuyo salario depende de ellas”.

“Esta valoración lamentablemente no la ha tenido FANCAP,  por cuanto las acciones o paros perlados han generado demoras en la programación de la parada, perjudicando a los trabajadores afectados a las obras. Sin perjuicio de ello, seguiremos avanzando por el bien de la empresa y de su correcto funcionamiento como lo venimos haciendo” dijo.

FANCAP SE RETIRÓ DEL DIÁLOGO

Con respecto a los ámbitos de negociación, Durand explicó a Surtidores que “FANCAP se retiró del ámbito de diálogo solicitado a nivel de MTSS, mientras que desde la empresa se ha puesto toda la voluntad. El portland es un sector en el que es imperioso mover el timón, con pérdidas anuales de 25 millones de dólares que pagamos todos los uruguayos” admitió.

Asimismo, aseguró que “no se pueden frenar alternativas que nos llevan a escenarios futuros que se evaluarán siempre con positivismo y pensando en la gente de trabajo y el desarrollo país”.

LICITACIÓN SE PRORROGA HASTA SETIEMBRE

Para finalizar el vicepresidente de ANCAP, informó que ante la solicitud de prórroga de dos empresas competidoras de la licitación internacional por el portland, se concedió tal petición, postergándose la misma hasta el 12 de setiembre.

Surtidores pudo saber que dentro de las medidas adoptadas por los operarios en la refinería, están la de no trabajar fuera de su horario (no se realizan horas extras) así como tampoco es posible realizar tareas de mantenimiento en la refinería, en tanto que los operadores no están firmando los permisos de trabajo.