Luego de conocida la decisión de Petrobras de vender sus 88 EE.SS. en Uruguay, el pasado Viernes el mercado uruguayo del combustible y del gas se enfrentan a una gran cantidad de interrogantes: en el caso del combustible, afrontar un nuevo cambio de sello estaciones del grupo brasilero, cuando aún no ha terminado el rebranding de ESSO a AXION,  y la lógica incertidumbre sobre que quien se hará cargo de las red de estaciones “verde amarelho”.

Para el caso del gas (MontevideoGas) es esperar la movida del gobierno y si finalmente se hará cargo de sus operaciones (reclamo del sindicato).

CASTELLO BRANCO: “NO NOS INTERESA URUGUAY”

Aunque Roberto Castello Branco, CEO de Petrobras, justificó la medida al respecto del asunto expresando en Brasilia el lunes que “la escala que tenemos en Uruguay no nos interesa” explicando que “la decisión forma parte del programa de ventas de activos considerados no estratégicos que Petrobras tiene en curso” no escapa que en el fondo la medida responde (aunque no se dice) al duro conflicto que tiene como centro a la empresa MontevideoGas, propiedad de Petrobras y que a la postre fue el fusible que hizo saltar la térmica.

DESDE GAZ DE FRANCE A PETROBRAS

Todo remite al primer gobierno de Tabaré Vázquez, cuando ocho años antes de finalizada su concesión, Gas de France decidió vender sus operaciones en nuestro país (GASEBA).

En 1994, Gaseba Uruguay S.A. – Grupo Gaz de France -, había resultado adjudicataria del servicio por 30 años para la ciudad de Montevideo y su zona Metropolitana, iniciando sus actividades el 19 de enero de 1995 a través de una licitación pública. En ese momento este consorcio estaba integrado por G.D.F. International 51 por cietno , Pan American Energy Holdings Ltd. 34 y  Acodike Supergás S.A. 15 por ciento.

Ocho años antes de cumplidos los 30, (año 2006), GDZ decide su retiro de nuestro país, firmando un acuerdo entre Gaz de France y Petrobrás por la compra del 51 por ciento del paquete accionario y la compra del 15 de las acciones de Gaseba a la firma Acodike. Es así que Petrobras queda con el 66 por ciento del paquete accionario, asumiendo el control accionario de Gaseba Uruguay, adquiriendo la brasilera, el resto unos años después.

DECISIÓN DE CUÑO POLÍTICO

Según trascendió ese mismo año (2006) el negocio no era bueno para Petrobras que decidió seguir adelante para adquirir la mayoría del paquete accionario en  una decisión de “cuño político” y “para atender un pedido del gobierno uruguayo”, según una declaración judicial de Néstor Cerveró, director del área Internacional de la petrolera, en aquel momento bajo la investigación del Lava Jato, una investigación sobre corrupción de empresas públicas y privadas que ha salpicado a todo el espectro político de Brasil y de otros países de América Latina.

En una de sus declaraciones a la Justicia de Brasil, Cerveró, procesado por corrupción y lavado de activos, reveló que el entonces ministro de Industria y Energía,  Jorge Lepra, le preguntó si había “interés de Petrobras en comprar Gaseba”, porque Gaz de France estaba interesada en dejar el negocio.

Hoy trece años después, la petrolera estatal brasileña, sumida en una crisis producto del Lava Jato, acumula una deuda millonaria por el no pago del canon anual previsto en el contrato con el gobierno y pérdidas que alcanzan los U$S 116 millones -situación que se agravó con el conflicto de sus trabajadores-  tomó la decisión divulgada por Surtidores el pasado viernes 26 de abril.