DISA + Kinko redefinen la experiencia del servicio

A pocos minutos del centro de Pando, sobre una vía relevante para quienes se mueven entre esta ciudad y Montevideo, una Estación de Servicio DISA se transformó en una parada obligada. No se trata solo de combustible, ya que el desembarco de la tienda Kinko en esta ubicación marcó un antes y un después en la experiencia del cliente. Con una propuesta ágil, moderna y cálida, logró convertirse en un verdadero punto de encuentro para quienes están en movimiento.

El secreto del éxito, según Emiliano Hernández, Encargado de la administración, está en la combinación de factores estratégicos: ser el primer Kinko de la zona, aprovechar la alta circulación diaria y ofrecer un formato completamente integrado donde el cliente puede resolver varias cosas a la vez, cargar combustible, almorzar, comprar algo rápido o incluso lavar el auto, sin demoras y con un servicio de calidad.

“La mayoría de nuestros clientes son personas que transitan a diario por trabajo, estudio o viajes. Valoran la rapidez, la comodidad y que todo esté a mano”, señalaron desde la estación a Surtidores Uruguay.

Esto se traduce en decisiones concretas, gracias a la oferta variada de comidas rápidas como snacks, empanadas, café con bizcochos, promos activas durante todo el año y un espacio pensado para quedarse, con mesas, wifi y un ambiente que invita a relajarse un momento.

Pero competir no es fácil. El mercado ha cambiado, y formatos como ANCAP 360 o Axion Spot obligan a redoblar la apuesta. Por eso, uno de los mayores desafíos fue estandarizar procesos y formar al personal para mantener un nivel alto en todos los servicios, desde el surtidor hasta la atención en tienda y el autolavado.

La estrategia de DISA y Kinko va más allá de lo funcional, ya que apuntan también a lo emocional. “Buscamos destacarnos con una atención más personalizada, con calidez. Queremos que el cliente no sienta que solo vino a cargar nafta”, explicaron. Eso se nota en el diseño moderno, en la tecnología aplicada al pago que agiliza todo y en un surtido que se adapta al entorno y evoluciona constantemente con productos innovadores.

Este punto de carga, se ganó un lugar en la rutina de muchos. El autolavado, por ejemplo, es muy usado por residentes locales, que encuentran en el Kinko un lugar donde comprar, alimentos, productos de limpieza y, “ya que están, toman un café”. También se convirtió en una parada estratégica para un almuerzo rápido o una merienda tranquila.

“El flujo de vehículos genera una oportunidad de venta natural”, relataron. Para potenciarlo, trabajan con promociones cruzadas todo el año: al cargar cierta cantidad de litros, el usuario accede a productos a precios muy por debajo del mercado. Una forma efectiva de atraer, fidelizar y mostrar todo lo que el modelo DISA + Kinko pueden ofrecer.