Con el apoyo de la ANII
Bajo el concepto de “Bio refinería” científicos de la Facultad de Ingeniería promueven producción nacional sostenida de biocombustibles líquidos, aprovechando desechos forestales.
Basando su trabajo en el concepto de “bio refinería”, un grupo de científicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Fing-Udelar) evaluó -con resultados positivos- la elaboración de biocombustibles a partir de “aserrín de eucaliptus”, considerado un deshecho de la industria forestal.
La investigación permitió la caracterización del eucalipto como materia prima para la producción de otros productos, diferentes al uso principal actual de producción de pulpa y papel, otro de los objetivos planteados que contribuyen al fortalecimiento de la cadena de valor agroindustrial forestal.
De acuerdo con fuentes de esa facultad, “el objetivo fundamental del proyecto fue promover la producción nacional sostenible de biocombustibles líquidos automotores mediante procesos de transformación eficientes y el uso de materias primas diversas, de modo de contribuir al desarrollo sostenible de dicha industria”
Los investigadores se basaron en una plataforma tecnológica que permite el fraccionamiento y procesamiento de los distintos componentes de la materia prima para obtener varios productos comercializables y energía (ejemplo de biocombustible) que dadas sus características, para que sea viable su producción, debe estar asociada a la co-generación de otras sustancias comercialmente valiosas que permitan que sea rentable económicamente.
CON APOYO DE LA ANII
La investigación recibió el financiamiento del Fondo Sectorial de Energía de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y fue desarrollada por el Departamento de Bioingeniería de Fing, en colaboración con el grupo de Ingeniería de Procesos Forestales de Fing y el equipo de Latitud, la Fundación del Laboratorio Tecnológico del Uruguay, con fondos obtenidos por la fundación “Julio Ricaldoni”.
Claudia Lareo, responsable técnica de la investigación y docente grado 5 del Instituto de Ingeniería Química de Fing explicó que los objetivos se cumplieron aunque hay que hacer el estudio económico para continuar con el desarrollo. “Hace tiempo que estamos trabajando para valorizar el aserrín. Producir solo butanol no es económicamente rentable, por eso tenemos que ver qué otros productos se pueden obtener para darle sostenibilidad la cadena de valor”, indicó.
Lareo detalló que su equipo trabajó en los procesos de tratamiento y fermentación. Probaron tres tratamientos: explosión por vapor, autohidrólisis y organosolv. Se trata de tres métodos para el procesamiento del aserrín a distintas temperaturas, niveles de presión y tiempos para romper su estructura molecular y obtener distintos componentes. El tratamiento de explosión por vapor se realizó con el equipamiento del LATU, los otros dos con equipos de Facultad.
EXPLOSIÓN POR VAPOR
En el proyecto también participaron Florencia Cebreiros y Eloísa Rochón, integrantes del Departamento de Bioingeniería de Fing. Concluyeron que a través del procedimiento de explosión por vapor se obtiene mayor cantidad de producto.
Además, utilizaron varios microorganismos para fermentar los azúcares y producir el butanol. Las científicas explicaron que al romper la estructura del aserrín para extraer los azúcares fermentables se generan otros productos, como jarabe de xilosa y lignina, que tienen distintas aplicaciones en la industria.
El proyecto permitió también modelar el proceso industrial utilizando un software de simulación para evaluar el consumo de energía. Lareo reveló que hicieron un modelo desde que entra el aserrín a la planta hasta que se purifica el producto final y se evaluó cada paso del proceso. Este análisis determinó que el pretratamiento y la purificación son los momentos donde se consume más energía.
En el marco de este trabajo se desarrolló parte de una tesis de Maestría en Ingeniería Química y una pasantía de grado, y se está llevando adelante una tesis de Doctorado en Ingeniería Química en esta área temática. Asimismo, contribuyó a consolidar la línea de investigación de producción de biobutanol combustible.
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