Daño en el ducto
Un vecino perforó el oleoducto con una amoladora pensando que era el caño de saneamiento, provocando una atmósfera explosiva que podría haber causado una deflagración.
A los dos anteriores derrames por rotura del oleoducto, ANCAP tuvo que intervenir en la reparación en el tercer incidente en lo que va del año, pero esta vez en virtud de la acción de una persona que en forma accidental perforó el caño que transporta crudo a la refinería La Teja con una amoladora.
La situación involucró a un vecino de la zona de Barrio Marconi (Aparicio Saravia esquina Camino Mendoza) quien una vez que dejó al descubierto el oleoducto, comenzó a perforarlo con una amoladora en busca de colocar allí una salida al saneamiento de su domicilio.
SE EQUIVOCÓ DE CAÑO
Fuentes de ANCAP informaron que esta persona en realidad pensó que ese caño era el que transportaba las aguas servidas de la zona y su intención era la de sumarse a dicha red de OSE, aunque grande fue su sorpresa cuando constató que el caño vertía “un líquido viscoso negro”, lo que ocasionó “daño en el ducto y un derrame de hidrocarburo puntual y localizado” explicaron desde ANCAP.
Según el informe de la petrolera estatal, durante las maniobras de reparación “se vio también afectado un caño de OSE que provocó la salida de agua, aunque ya fue reparado”.
Con respecto al volumen del derrame en el lugar, si bien el ducto contenía crudo “no se estaba bombeado en el momento del incidente. Esto, sumado a la celeridad del vecino que de inmediato dio aviso a bomberos, fue fundamental para una rápida contingencia” advirtió ANCAP, al tiempo que afirmó que la situación está controlada. “No hay afectación de la circulación de vehículos en la zona y el hecho no afectará el normal suministro de combustible a la población”.
PODRÍA HABER SIDO UNA TRAGEDIA
Consultado el presidente de ANCAP, Alejandro Stipanicic sobre el evento dijo a surtidoresuy.com que «el corte con una amoladora de un caño de acero conteniendo gases inflamables es una acción sumamente peligrosa porque puede derivar en la generación de una atmósfera explosiva que, en presencia de las chispas y la temperatura del metal, podría haber causado una deflagración”.
“La Ley 17 389 establece restricciones en las inmediaciones de los ductos de hidrocarburos, y el Decreto 120/012 define la extensión de las franjas de terreno en las que se prohíbe la edificación, la construcción de zanjas, pozos, molinos, antenas, etcétera, la existencia o plantación de especies arbóreas, la explotación del suelo en cualquier forma y, en general, la realización de cualquier clase de obra” concluyó el titular de ANCAP.
BYPASS EN RUTA 1
Como se decía, en julio de este año la empresa ya había sufrido un derrame en una zona cercana a la refinería. En referencia a este evento, Stipanicic dijo, “esta pinchadura fue reparada pero igual se tomaron dos decisiones: se construyó un bypass para utilizar el poliducto de gasoil para UTE que une La Teja y La Tablada, que es el caño que actualmente estamos usando a pesar que la pinchadura fue reparada, al tiempo que utilizando un contrato de mantenimiento vigente, se encargó construir un nuevo trazado (aprox 1 km) para el cruce de la ruta 1 frente a la refinería; ese caño estaría operativo en abril próximo”.
El jerarca de ANCAP, precisó que “además, se adelantó el inicio de la inspección técnica con un dispositivo que recorre interiormente todo el oleoducto (160 km desde Terminal del Este a La Teja) y, si el ingreso al territorio nacional de los equipos es autorizado en corto plazo, se espera poder realizarla antes de fin de año”.
Aunque se detuvo bombeo hacia la planta, la empresa informó que cuenta con stock para cumplir con la demanda de combustibles.
Tras localizar el punto de fuga, la petrolera estatal comenzó las reparaciones que se espera estén listas el viernes 21 de junio.
Diego Durand vicepresidente de ANCAP afirmó que “estamos trabajando para posicionar a la empresa en el mundo de los combustibles sintéticos para la aviación”.