La agresión de la que fue objeto un pistero en le estación del sello ANCAP en las cercanías de ZONA AMÉRICA, fue repudiada por el presidente de la Unión de Vendedores de Nafta , Daniel Añón, quien aseguró a Surtidores que le llama la atención la difusión mediática que este tipo de situaciones tienen hoy.

Dijo que desde que está vinculado a la actividad de la comercialización de combustible (desde su niñez ya que su padre fue el fundador de la estación que hoy Añón dirige en la zona de Malvín) si bien estas situaciones se dan, reconoció que la violencia en las Estaciones de Servicio “en los últimos tiempos ha crecido”.

EN AUMENTO

“Se aprecia un crecimiento en la violencia que llama la atención. Particularmente se dan situaciones en que el pistero va a atender a un cliente y sin darse cuenta lo hace al que llegó último, siendo objeto de todo tipo de insultos de quien esperaba su turno” señaló Añón.

El titular de UNVENU, citó como ejemplo lo vivido en la estación frente a ZONA AMÉRICA, “cuyo dueño conozco bien ya que es compañero de directiva. Este señor que fue a cargar alcoholizado, primero se ofuscó cuando aparentemente el pistero (que más tarde agredió y lastimó con un pico surtidor) había atendido a otro cliente antes que él. Posteriormente descendió de su auto e intentó ingresar al Minimercado sin tapaboca, negándosele la entrada y finalmente después que le surtieron combustible, entregó al trabajador como pago, una bolsa llena de monedas en la que aseguraba había dos mil pesos, que naturalmente se le pidió ordenara en la medida de que esa forma no se podía constatar que efectivamente contuviera esa suma”.

CLIENTES VIOLENTOS Y OFUSCADOS

“Yo creo que la pandemia ha influenciado sobre la gente que está más violenta, se ofusca enseguida, nadie quiere esperar y eso se ve en la pista con situaciones como las del otro domingo” agregó Añón.

Con respecto a lo sucedido se preguntó “¿Usted que haría si una persona le impacta un pico surtidor en la cabeza? Sin duda reacciona. Yo sé que al cliente siempre hay que darle la razón, pero también sé que los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro”.