Cuestiona las nuevas reglas
El legislador Alejando Sánchez, denunció que con el combustible más alto de la región, el gobierno está desprotegiendo a la industria.
Entre los temas de mayor importancia durante las tres campañas electorales que enfrentó Luis Lacalle Pou, estuvo el de los combustibles.
El hoy presidente, fue en su momento muy crítico con su alto costo. Sin embargo, apenas confirmada su victoria electoral en el ballotage de noviembre de 2019, Lacalle presentó a sus socios de coalición el denominado “Compromiso por el País”, un documento en el que se enumeraban una serie de acciones a tomar por parte de la coalición gobernante.
Dentro de ese paquete de medias, escritas por el Dr. Rodrigo Ferrés (Pro Secretario de Presidencia) estaba el capítulo de los combustibles, en el que se proponía su desmonopolización, habilitando la libre importación y desregulación del mercado.
RECHAZO DE LOS SOCIOS DE LA COALICIÓN
Este capítulo fue rechazado por el Partido Colorado y Cabildo Abierto, lo que originó que se quitara del documento, a la postre firmado por todos los socios.
Su espíritu original (que no prosperó) fue el de liberar el mercado, con la presunción que esta medida haría caer el precio, habilitando la libre competencia en un escenario en que cada distribuidora podría importar su propio combustible.
Posteriormente, y aprobaba la LUC, ésta estableció nuevas reglas, a partir del denominado Precio Paridad de Importación que publica la URSEA en forma mensual.
¿LOS PRECIOS BAJARÍAN?
El argumento para que los legisladores de la coalición aprobaran la metodología del PPI, se basó en que al tomar el comparativo de los precios internacionales, haría descender los valores en el surtidor.
Este escenario rápidamente se vio interrumpido cuando trece días después de asumido el gobierno de Lacalle, se declaró la pandemia en Uruguay a causa del COVID 19, lo que obligó a modificar todos los planes originales.
Con el telón de fondo de la crisis sanitaria y las caídas estrepitosas especialmente en la venta de gasolinas en Uruguay, el sector vivió horas difíciles (como en todo el mundo) a pesar de que por períodos el petróleo alcanzó guarismos negativos (exceso de oferta y casi nula demanda).
LO GEOPOLÍTICO
Sobre mediados del año pasado y cuando la pandemia comenzó a disminuir, finalmente se puso en práctica el sistema de fijación mensual de precios en base al PPI, que se encontró con un mercado del crudo en franco crecimiento y precios al alza.
Por lógica, al estar los precios “atados” al costo internacional del petróleo (entren otras variantes) lo que se suponía sería un aliciente para los bolsillos, se convirtió en su peor enemigo, con un PPI que mes a mes fue sugiriendo subas de los combustibles, que el gobierno (aunque en menor porcentaje) debió aplicar.
Como si esto fuera poco, apenas asomaba el 2022, el mundo se enfrentaba a una situación geopolítica trágica: la invasión de Rusia a Ucrania, lo que hizo que en cuestión de días el crudo se disparara hasta niveles récord, con un barril que llegó los 130 dólares.
IMESI, EL SOCIO MÁS CARO
Esta suba se vio rápidamente reflejada en los precios de los combustibles, que comenzaron una escalada histórica y aumentos que acumularon un 30 por ciento en pocos meses.
Paralelamente a la coyuntura internacional, las gasolinas tienen otro parámetro que ha crecido junto con él: el IMESI (se incluye el impuesto al C02), que se ha mantenido en su porcentaje y hoy representa unos 30 pesos por litro, ubicando a Uruguay como el país con el combustible más caro de la región.
“EL MIEM PUEDE Y DEBE MEJORAR”
Esta realidad, fue objeto de sendas críticas por parte del senador Alejandro Sánchez, quien cree que “el ministerio de Industria puede y debe mejorar”. Así sintetizó su punto de vista, al tiempo que aseguró hay muchas industrias en riesgo porque “las hemos expuesto a la competencia de grandes bloques industriales, como harinas y aceites argentinos. Lo que ha sucedido es que al final no han bajado los precios, estamos desprotegiendo a esa industria y, además, los uruguayos no se están beneficiando”.
Si bien el legislador dijo que en materia energética, el gobierno continuó con una política exitosa de renovación de las fuentes, como contraposición fue muy crítico con la política de combustibles, que dijo “ha fracasado”.
URUGUAY EL MÁS CARO
Sánchez denunció que los precios fijados por el Poder Ejecutivo incrementaron el gasoil un 30 por ciento. “A esto se suma que Uruguay tiene el precio más alto de la región” afirmó.
“Lamentablemente, el gobierno ha dejado de regular estas cosas y el resultado ha sido que tengamos el combustible más caro de la región y en ese contexto, tenemos enormes problemas para reactivar la economía en estos términos”, sostuvo el legislador del Frente Amplio.
Asimismo, y en función de los dichos del presidente Lacalle en cuanto a que los combustibles no subirían, dijo que “cuando uno llega al gobierno haciendo promesas que no puede cumplir, después tiene estos problemas al enfrentarse con la realidad”.
“El gobierno se enoja con la oposición y nos habla del pasado, pero el problema es que prometió demasiado” sentenció Sánchez.
Si el petróleo sigue aumentando, el gobierno deberá evaluar las medidas a tomar
¿Si los productos de consumo suben cuando la nafta y el gasoil aumentan, bajarán cuando éste lo haga?
La oposición también apoya la revocación de 132 artículos más implícitos dentro de la misma ley.