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FRIMA tiene el récord de haber “uniformado” a trabajadores de todas las marcas presentes en Uruguay desde 1975.
Mientras las tiendas de ropa internacionales que se han instalado en Uruguay exhiben en sus etiquetas sendos carteles “Made in China” o “Made in Brazil”, mostrando hasta donde ha llegado la globalización en materia de prendas de vestir, hay un sector que sigue apostando a la confección nacional; el de las Estaciones de Servicio.
Luis Suárez, director de FRIMA Uniformes opinó que “para los fabricantes chinos, el mercado de las estaciones en Uruguay, parece no ser atractivo, por considerarlo pequeño y con tantas cosas especiales desde la composición de las telas, los colores y los modelos”.
CONDICIONES EXIGENTES
Explicó que las prendas que se usan no son comunes, ya que los “las especificaciones de los manuales de los sellos, son muy exigentes, por lo tanto debemos estar atentos a la hora de la confección de uniformes, contemplando los detalles de cada sello en forma personalizada, algo que solo se logra confeccionando en Uruguay”.
Suárez no obstante, asegura que es imprescindible vincularse con proveedores del exterior “en todas las materias primas que procesamos, ya que en el Uruguay no existe industria textil.”
SIGLO XXI EL QUIEBRE
La empresa tiene el récord de haber “uniformado” a trabajadores de todos las marcas presentes en Uruguay desde 1975 a la fecha: ANCAP, ESSO, SHELL, TEXACO, PETROBRAS, AXION y DISA.
Suárez entiende que una de las claves de su permanencia durante casi 4 décadas, es la rápida respuesta en el servicio de entrega. “Actualmente los pedidos para las estaciones del interior se efectúan a través de Mirtrans, DAC, De Punta, Trujillo, etc. mientras que para Montevideo y zona metropolitana utilizamos el flete tercerizado o herramientas alternativas en casos de urgencias” dijo.
Para el empresario, el comienzo de siglo XXI marcó un quiebre en este sector de la vestimenta en la medida de que “pasó de ser un sector complementario, para convertirse en un negocio atractivo por sí mismo”.
CONFECCIÓN ES CARA EN URUGUAY
Suárez expresó que es muy caro confeccionar aquí, pero a pesar de ello, “es la única forma de permanecer. Debemos estar cerca del producto mientras se fabrica, para asegurarnos entregar uniformes con los estándares requeridos”.
“El proceso normal de un pedido, es registrarlo por distintas vías. Se ingresa a nuestro sistema de ventas para comenzar con el primer paso del proceso de industrialización, que es marcar el corte de tela para luego cortar las piezas con las que se confecciona el uniforme. Luego viene el proceso de los logotipos, tanto estampados, bordados o aplicación de vinilos, para pasar a la costura, planchado de las prendas, empaquetado, (de acuerdo a forma requerida por el cliente, granel, personalizado o nominado). Finalmente se facturan y se entregan” puntualizó el empresario.
LA PANDEMIA
Aunque reconoce que el sector ha vuelto a la normalidad, Suárez no oculta las “heridas” que abrió la pandemia en la empresa. “Nuestros proveedores se atrasaron por las demoras y encarecimiento de los fletes. Nos suministraron las telas a precios muy por encima de lo normal, y eso se vio reflejado en nuestras entregas”.
A raíz de este tema, Suárez explicó que FRIMA “tomó la medida de importar antes las materias primas, para confeccionar, disponiendo de un mayor stock a fin de cumplir rápidamente y sin demora”.
¿VENDER SI O NO?
La crisis sanitaria marcó una caída en las ventas de combustible entre marzo 2020 y junio 2020 de casi un 80 por ciento, impactando notoriamente en el sector y en todos sus proveedores. FRIMA no fue una excepción “sin duda que fue un período muy difícil para la empresa, con meses en los que inclusive debimos cerrar por precaución o aún ante los masivos contagios de COVID que tuvimos” señaló Luis Suárez.
A raíz de esta situación muchos debieron bajar sus persianas y otros optaron por mantenerse en el límite y analizar su venta, a veces muy por debajo del precio normal.
Con respecto a este punto Suárez reconoció que tuvo oportunidades de vender la empresa, aunque explicó que “las ofertas, resultaron ser poco interesantes, para una firma que a fuerza de mucho sacrificio logró tener una buena reputación en la plaza”. Y finalizó: “Si la circunstancia de vender se diera, una condición que pondría es que la marca permaneciera siendo bien atendida y el personal mantuviera su trabajo”.
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