Uno de los sobrecostos que pesa sobre los combustibles que sumados totalizan casi 3 pesos por litro, es el cemento portland que ANCAP produce, un negocio que como ya se ha dicho, representa pérdidas al ente, que son subvencionadas con el sobrecosto de marras.

En este sentido la Federación de Trabajadores de ANCAP, realizó el pasado viernes un evento en la ciudad de Paysandú organizada por la aludida federación en conjunto con el Departamento de Ciencias Sociales y la Sede Paysandú del Centro Universitario Regional  la UDELAR (litoral norte), Universidad de la República, en el que un grupo de profesores analizó la viabilidad social y económica de la planta de portland ubicada en esa ciudad del litoral uruguayo.

380 HOGARES ENCUESTADOS

El Dr. Juan Romero, profesor agregado de UDELAR  dio cuenta de la realización de una encuesta realizada en Paysandú al respecto del tema y que incluyó a 380 hogares.

Romero concluyó en la importancia y relevancia que los sanduceros le otorgan a la planta de cemento portland en esa ciudad.

Por su parte, Rosmarí Negrín, profesora asistente de la institución académica, explicó que se preguntó a los encuestados su opinión sobre el cierre de la planta en esa ciudad, revelando que un tercio de los consultados manifestó tener algún vínculo con un trabajador que allí prestaba sus servicios.

ANCAP, 71 POR CIENTO DE RECORDACIÓN

En otra parte del informe, se señala que un 71 por ciento de los encuestados manifestaron su recordación con ANCAP (al igual que con UTE y ANTEL).

Durante la conferencia donde se expresaron las conclusiones de la investigación, se explicó por parte de uno de los presentes la importancia de discutir la viabilidad del negocio cementero del país desde el punto de vista de los economistas. “También es muy importante discutir sobre la viabilidad de las personas. A veces un negocio puede ser muy rentable, pero excluye mucha gente” dijo un trabajador de la referida fábrica presente en el lugar.

“Hay que incluir dentro de la ecuación del negocio a la familia de los trabajadores, a los boliches que están en los barrios que viven esos trabajadores. No se trata solo de que los balances cierren y que los gerentes queden contentos” remarcó finalmente.