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Con un nuevo esquema bimestral de ajustes, el gobierno busca equilibrar las subas internacionales con medidas de alivio social en la canasta energética.
A partir de la hora 0 del martes entrarán en vigencia los nuevos precios de los combustibles en Uruguay. Tal como fue anunciado por la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, la actualización regirá durante los próximos 60 días e implica aumentos moderados en las naftas y el gasoil, junto con una reducción significativa en el precio de la garrafa de supergás de 13 kilos.
Según lo establecido en el decreto firmado por Presidencia, el litro de nafta Súper 95 pasará de $78,47 a $78,72, mientras que el gasoil aumentará de $47,03 a $48,08. Si bien los incrementos pueden parecer leves, responden a la evolución del precio de paridad de importación, que incorpora variables internacionales como el valor del barril de crudo, el flete y otros costos asociados al abastecimiento energético.
Cardona explicó que el gobierno ha decidido mantener las subas dentro de márgenes controlados, respetando el tope de ±7 por ciento que se estableció como mecanismo de contención. “Estas actualizaciones reflejan los costos reales del mercado, pero buscamos evitar impactos abruptos que desestabilicen el bolsillo de los uruguayos”, indicó la ministra.
En paralelo, el precio de la garrafa de supergás de 13 kilos, fundamental para calefacción y cocina en amplios sectores de la población, registrará una baja de $100. A partir de julio y durante todo agosto, su valor pasará de $1.150 a $1.050, lo que representa una reducción cercana al 9 por ciento. Traducido al precio por kilo, la baja es de casi $8.
El Ministerio de Industria señala que esta medida apunta a aliviar el gasto en los hogares más vulnerables durante los meses de mayor consumo de energía. “Buscamos reforzar el componente social de la política energética”, sostuvo Cardona. “Sabemos que miles de familias dependen de la garrafa de gas para pasar el invierno, y esta reducción apunta directamente a ellas”.
Además, en los nuevos precios ya se incluye el denominado “factor de estabilización” de $1,50 por litro, un mecanismo introducido por el gobierno de Yamandú Orsi con el objetivo de mitigar las fluctuaciones internacionales y contribuir al financiamiento del subsidio al supergás. Esta herramienta permite amortiguar los aumentos bruscos y, a su vez, sostener políticas de compensación destinadas a los sectores más afectados por el costo de la energía.
El anuncio de este nuevo esquema coincide con la aplicación del sistema de revisión bimestral de los precios de los combustibles. Hasta este año, los ajustes eran mensuales. La nueva modalidad busca mayor previsibilidad y estabilidad para los consumidores, en un contexto de precios globales marcados por la volatilidad y tensiones en los mercados energéticos.
En un invierno donde el consumo energético se incrementa naturalmente, el gesto de alivio para quienes utilizan garrafa tiene un fuerte impacto. Al mismo tiempo, la señal de aumentos moderados en los combustibles líquidos busca evitar distorsiones en el mercado y sostener la competitividad del transporte y la actividad productiva.
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