Se difundió un informe actualizado del Ministerio del Interior en el que da cuenta de las cifras globales de los robos e intentos de robos a los cajeros automáticos en Uruguay, en lo que va del 2018 y el último trimestre de 2017.

Como ya se sabe, la modalidad denominada “de la garrafa” fue traída a Uruguay por una banda de delincuentes chilenos en setiembre de 2017 a nuestro país y básicamente se trata de hacer explotar los gabinetes de los cajeros inyectándoles gas, para hurtar el dinero.

Según datos de la dependencia oficial, hasta este último fin de semana el número de cajeros automáticos robados o con intentos, fue de 62 en todo el país, la mitad de ellos solo en Montevideo (33) seguido por el Departamento de Canelones con 20.

El Ministerio también informó que solamente 24 de los 62 se perpetraron al tiempo que 38 solo alcanzaron el grado de tentativa.

EN LAS ESTACIONES DE SERVICIO

El Ministerio del Interior a través de la  Dirección de Información Táctica (DIT) hizo llegar a surtidoresuy.com el listado completo de cajeros automáticos afectados de todo el país, constatándose que aproximadamente 9 de los 62, están ubicados en Estaciones de Servicio.

Casi una sexta parte de todos los incidentes, fueron perpetrados en estos establecimientos, con la particularidad que de los 9 cajeros, uno solo fue catalogado como “Tentativa de Hurto”,  los otros 8 fueron catalogados de “hurto”, logrando llevarse el dinero.

Fuentes del Banco República, confirmaron al cierre de la edición de hoy de surtidoresuy.com,  que si bien varios de los cajeros explotados corresponden a su red (REDBROU), ninguno de ellos estaba ubicado en una Estación de Servicio, por lo que se deduce que en todos los casos se trató de un cajero de BANRED.

POR SEGURIDAD

Por otra parte, surtidoresuy.com pudo saber que algunos cajeros ubicados en estaciones habían sido retirados por “cuestiones de seguridad”, una medida que según la fuente consultada del sector, fue tomada por los bancos propietarios de los mismos y responsables por su operativa velando por la seguridad del lugar y naturalmente en pos de minimizar los ataques en estos establecimientos.

Es dable pensar que una explosión perpetrada en una Estación de Servicio, tiene riesgos adicionales por la propia actividad que cumple y el posible contacto con los vapores del combustible.