La producción de biocombustibles en Uruguay se ubica entre los primeros lugares a nivel mundial en lo que respecta a reducción de gases de efecto invernadero, un proceso en el que la radiación térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por estos gases (GEI) atmosféricos y es irradiada en todas las direcciones. Como parte de esta radiación es devuelta hacia la superficie y la atmósfera inferior, ello resulta en un incremento de la temperatura superficial media respecto a lo que habría en ausencia de los GEI, contribuyendo negativamente en el denominado “calentamiento global”.

HASTA 70 POR CIENTO MENOS DE EMISIONES

El último estudio del que se tienen datos (período 2015 – 2017) realizado por el Centro de Investigaciones Energéticos Medioambientales y Tecnológicas de España con la participación de ALUR (Alcoholes del Uruguay) propiedad de ANCAP, arrojó que el biodiesel como sustituto del gas oil derivado del petróleo posee un 70 por ciento menos de emisiones de GEI, al tiempo que el bioetanol producido en el complejo agroindustrial de Bella Unión, reduce en un 66 por ciento las emisiones del GEI al sustituir la nafta, mientras que el último dato indica que el mismo producto pero producido a través del sorgo BT en el departamento de Paysandú reduce en un 60 por ciento las emisiones de gases por el efecto invernadero.

Los datos demuestran que la producción de biocombustible en Uruguay se encuentra entre los primeros lugares a nivel mundial en lo que  a reducción de emisiones de GEI tiene que ver.

LOS DOS PILARES

Al revelar los datos del estudio, el Ingeniero Darío Rodríguez, de ALUR, destacó en una conferencia sobre el tema en la ciudad de Colonia, los dos pilares sobre los que se ha desarrollado la producción de biocombustibles en Uruguay: la Ley de Agrocombustibles aprobada en 2007 que estableció mínimos de mezcla y determinó la utilización de materias primas de origen nacional, así como la política Energética 2005-2030 cuya meta propone la reducción de un 15 por ciento del consumo de combustibles derivados del petróleo.

Por su parte ALUR informó que continúa trabajando en lo que a la soberanía energética y alimentaria del país tiene que ver, desarrollando biocombustibles con materias primas de origen nacional, así como gestionando cadenas agroindustriales en forma eficiente y competitiva.