Preocupa su alta cotización
Presidente Lacalle, anunció “medidas nacionales” para mitigar la suba en los surtidores.
Tras la explosión de la semana pasada del crudo Brent (el que importa ANCAP para refinar) con una escalada mundial que lo llevó hasta niveles históricamente altos, ayer lunes dio un respiro a los mercados al cotizar en 112 dólares el barril.
Véase que según www.datosmarco.com, el precio más alto que ha alcanzado el barril fue de U$S 140,73 el 3 de julio de 2008, y como contrapartida en el otro extremo, el 22 de abril de 2020, cuando tocaba los U$S 12,22 que fue su mínimo en este periodo.
Este costo resulta para los países no productores -como Uruguay- la casi segura posibilidad de que los precios de los combustibles sufran actualizaciones al compás de la subas del petróleo.
AUMENTAN TODOS LOS PRECIOS DE LA CANASTA
La realidad del combustible no le es ajena al resto de la industria. El aumento del trigo en el mundo, desencadenó ajustes en todos los productos panificados, con porcentajes de entre un 10 y un 15 por ciento. La propia carne uruguaya se disparó a precios inusuales, un kilo de asado puede llegar a los 400 pesos, a tal punto que el gobierno analiza importar carne desde Paraguay, que quedó con un muy buen excedente de varios cortes, al cancelarse la exportación a Rusia.
Al respecto, el presidente Luis Lacalle dijo que tomará «acciones nacionales» junto con los ministros de Economía, Industria y Ganadería. El primer mandatario uruguayo, hizo estas afirmaciones considerando que los precios internacionales siguen al alza, lo que ha obligado a que el gobierno estudie “mecanismos” para frenar impactos en la inflación.
CRUDO: DE FEBRERO A MARZO 25 POR CIENTO DE AUMENTO
El último PPI de URSEA tomaba un barril por debajo de los 100 dólares y ya recomendaba aumentos de entre 5 y 8 por ciento. Con el dato de que el precio medio del barril de crudo de la OPEP al día de hoy es de 118,3 $, frente a los 94,21 $ del mes febrero, lo que supone un 25,57 por ciento de subida. En este contexto, es dable pensar que el PPI con publicación el próximo 25 de marzo, con un crudo ahora largamente por encima de los 100 dólares, recomiende una nueva suba de los combustibles.
A la luz del comportamiento del crudo, a influjo del conflicto bélico, parecería que Lacalle deberá buscar otros caminos para mitigar el latente impacto inflacionario.
ALTO IMPACTO DEL IMESI
Una de las principales críticas que han recibido varios gobiernos, más allá de su signo político, es la pesada carga del IMESI que se afecta a las gasolinas, y que hoy representa el 40 por ciento del costo de un litro de este producto, más allá de otras subvenciones cruzadas como el fideicomiso al boleto (que pesa solamente sobre el gas oil), el supergás o el portland.
El IMESI, al que se le anexó el impuesto al CO2, está entre los más altos del mundo con una incidencia entre ambos de más de 30 pesos en un litro de gasolina, lo que haría pensar que el camino del gobierno para no subir los precios de los combustibles ni descapitalizar a ANCAP, sería aprobar una reducción de este impuesto, al menos hasta que se estabilicen los mercados internacionales del petróleo y el barril retome sus precios normales.
El presidente dijo en Artigas que a la petrolera no le va quedando resto para aguantar el precio del combustible.
El sindicato es el principal impulsor del referéndum para derogar 135 artículos de la LUC.
La tensa situación que se vive en la frontera Ucrania-Rusia, que elevara el precio del petróleo hasta por encima de los 100 dólares el barril, impactó en el PPI de URSEA.