Lo pronosticó Surtidores hace un mes
Gobierno marcó un ajuste de tarifas por debajo de las proyecciones comerciales de las empresas públicas
Tal cual lo pronosticado por Surtidores en su columna del 26 de noviembre (un mes y cuatro días atrás), la Nafta Super 95 tendrá a partir del próximo 1ro. de enero, un aumento de un 6.19 por ciento (3,41 pesos) lo que colocará a esta gasolina en casi 59 pesos (58.41 para ser más exactos).
El comunicado emitido por Presidencia de la República, dio cuenta que para el caso del Gas Oil, este combustible no experimentará suba de precio manteniéndose en los 40.40 pesos actuales.
POR DEBAJO DE LA INFLACIÓN
El mismo documento aclara que los ajustes tarifarios están por debajo de la inflación y de la proyección comercial que presentaron algunas de las empresas estatales (ANCAP había sugerido un aumento del 12 por ciento).
“En todos los casos, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, instruyó que la adecuación tarifaria se situara por debajo de la inflación. En un año tan particular, la decisión del gobierno sopesó la necesidad de equilibrar la salud financiera de las empresas del Estado con el cuidado de la economía de la ciudadanía” expresa el texto emitido ayer a última hora.
IMESI
Para el caso de UTE la suba será de 5 por ciento en promedio, aunque los ajustes “habrán de variar en virtud del cargo fijo, potencias y las diferentes tarifas”.
Siguiendo la lógica del aumento del IMESI por inflación, y considerando factores como el IPC – que registró una variación mensual de 0,55 por ciento en Julio pasado, un acumulado en el año de 7,37 por ciento y en los últimos 12 meses de 10,13 por ciento, el 1ro. de enero de 2021- un litro de nafta Super 95 se posiciona entonces levemente por debajo de la inflación, tal como lo ordenó el Presidente Lacalle.
Un dato curioso, es que es la primera vez que el gobierno marca un ajuste de tarifas por debajo de las proyecciones comerciales de las empresas públicas.
Sería de 12,28 por ciento en promedio, que es la suba que se resignó hace un año.
El cuerpo priorizó “gradualidad, previsibilidad y razonabilidad”, para alcanzar el PPI en combustibles.
Se incorpora un nuevo concepto, el de las “Estaciones de Bandera Blanca”